Apego a largo plazo: Es menos vistoso, pero es más sólido, más estable.
Ya no es sólo que el otro te guste y ya, sino que el otro te importe. Gozas con sus alegrías, y te pone triste lo que al otro le pone triste.
Es decirle al otro estoy aquí cuando me necesites, no te asustas con los problemas o defectos del otro, trabajas en ellos y esto crea un vínculo más fuerte.