5 Pensamientos que ponen en riesgo tu relación Contenido: 1. Equiparar el amor con lectura de mente. 2. La generalización 3. La trampa de las generalizaciones. 4. La descalificación. 5. La ilusión de control total. 5 Pensamientos que ponen en riesgo tu relación de pareja. Errores mentales y cómo evitarlos en tu relación de pareja. Las relaciones de pareja son territorios especialmente sensibles a distorsiones, errores mentales, porque los pensamientos y creencias que tenemos sobre el amor, sobre la relación, sobre nuestra pareja, y sobre nosotros mismos, van marcando lo que cada relación es, y si estos mapas son muy rígidos ahí empieza la guerra, y tu relación de pareja se pone en riesgo.Las relaciones de pareja requieren tolerancia, porque formamos mapas mentales de la realidad, de las relaciones, y en estos mapas hay zonas seguras, inseguras, zonas de guerra, zonas de discusión, y zonas en que muchas veces ya no queremos más.Porque tenemos mapas muy diferentes el uno del otro, porque nacimos en familias distintas, con diferentes estilos de crianza, valores, diferentes experiencias, por eso una relación de pareja exitosa va a crear un tercer estilo, que lo conforman mi mundo, tu mundo y de ahí un tercer mundo construido por los dos, y eso es todo un reto Los 5 patrones de pensamiento que ponen en riesgo tu relación de pareja son:1. Equiparar el amor con lectura de mente: Que es básicamente pensar: “si mi pareja me quiere, debería saber, hacer, lo que yo quiero y necesito, sin necesidad de que yo se lo diga”, El tema es que esta rigidez de que tu pareja debería saber no solamente el día del aniversario, sino además debería recordar el minuto, la hora, el lugar y el menú que pidieron ese día porque tú sí lo recuerdas perfectamente bien, lo único que habla es que tú tienes una muy buena memoria para el detalle y si tu pareja no lo recuerda, no es que no te quiera, es solo que no tiene la misma memoria tuya, con ese nivel de detalle.Pero esta idea de que tu pareja debería saber las cosas, leer tu mente, y que tú no deberías tener que decírselo, hace que le vayas tirando indirectas a ver si la capta, pretendiendo que tu pareja ya adivine y anticipe tus necesidades, pues es una trampa que genera mucha frustración y resentimiento. Porque si tú dices que debería saberlo, pues entonces se transforma en un deber y exigencia. Y resentimiento cuando no exactamente le atina a lo que tú querías, de la manera que tú querías, cuando tú lo querías y como tú lo querías. Entonces queda este resentimiento de: “no me quiere tanto, claro, porque yo no le importo”. Cuando la realidad, es que nadie, sin importar cuánto nos ame, puede adivinar nuestras necesidades o nuestros deseos si no los expresamos con claridad. Entonces procura expresar directamente lo que quieres o necesitas, que si tu pareja le atina, perfecto, pero que no sea una obligación que lo haga. 2. La generalización. Que son los famosos: siempre, y nunca que ponen en riesgo la relación.Expresiones como: ” Siempre llegas tarde a todas partes”, ” Nunca me contestas los mensajes a tiempo”” Siempre te enojas cuando te digo algo”.” Nunca eres detallista conmigo.Así que reflexiona y pregúntate: ¿de veras siempre, siempre, siempre? ¿Y de veras nunca, nunca, nunca? porque el problema es que hablando así ocurre un fenómeno psicológico. Y es que claro, te la crees ciegamente, y empiezas a tomar más en cuenta las cosas que confirman lo que ya crees y no tomas tan en cuenta aquellas cosas que se salen de tu expectativa, es más las minimizas. Esto se llama sesgo de confirmación, que no es otra cosa que la tendencia a mirar y a tomar más en cuenta lo que ya esperamos que suceda.Entonces, esta generalización, estas afirmaciones absolutas, lo que hace es que borran todos los momentos positivos de la relación porque no los tomas en cuenta.Y cuando caemos en este patrón, construimos una especie de presión mental donde cada error confirma nuestra narrativa, ignorando las excepciones y los momentos de conexión verdadera. Agenda tu cita 3. La trampa de las comparaciones. Las comparaciones vienen en 2 vías, una, es comparar el comportamiento de nuestra pareja, con el de otra persona, con los famosos: “ es que el/ella sí es cariños@ y tu nada” la otra vía es comparar nuestra relación con estándares inespecíficos e idealizados.Es decir, tenemos en la cabeza la manera en que nuestra pareja debería ser con nosotros en cuestión de afecto, atención, expresión de cariño, a veces hasta obediencia.Entonces, como tenemos este estándar de comparación fantasioso, si nuestra pareja no cumple con estos requisitos, pues estamos diciendo y estamos pensando, que nos está fallando. Y vamos a insistir en que debería ser o hacer tales cosas para que caiga en estos estándares que normalmente no van a ocurrir.Si permanentemente estás queriendo cambiar a tu pareja, si no te gusta mucho como es, el gran problema es el siguiente: “no estás amando realmente a tu pareja, lo que amas es la idea de lo que tu pareja debería de ser”.Entonces pregúntate más bien: ¿amas a tu pareja o amas el potencial que crees que tiene? ¿Y el potencial que crees que tiene para ser como tú crees que debería de ser?. ¿Y cómo sabes que lo que tu dices que debería de ser es lo que realmente tu pareja quiere?. Además hay algo de lo que no eres consciente, y es tú te imaginas que si tu pareja hiciera y fuera de tal manera, todo estaría magnífico, y no siempre es así. Tal cual como cuando pensamos que las personas ricas y millonarias son felices, y no es así, a veces pueden tener más problemas y tristezas de las que tu tienes. Entonces para ejemplificar este punto, vamos a pensar que tú quieres que tu pareja tenga más carácter y personalidad, y vamos a pensar que lo consigues. ¿Qué crees? Pues que ahora que tiene más carácter y personalidad ya no le va a gustar que le andes diciendo qué hacer y qué no, porque ahora tiene más carácter y personalidad. O vamos a pensar que quieres que tu pareja sea más comprensiva y dócil. Ok, vamos a pensar que lo logras. Ahora es tan comprensiva y tan dócil que no tiene criterio propio y no tiene la capacidad de tomar decisiones, porque para todo te da la razón, pues ya se convierte en una carga para ti, porque necesita que tu les des tu opinión todo el tiempo. Entonces esta trampa de las comparaciones es un arma muy fina, porque finalmente estás sembrando las semillas de la insatisfacción, y este patrón te ciega ante las cualidades únicas de quienes tenemos al lado, en este caso a la pareja, mientras perseguimos la perfección que francamente no existe 4. La descalificación. Ocurre cuando dejas pasar muchas cosas, entre ellas faltas, transgresiones, traspaso de límites, por una creencia fundamental: “yo no merezco algo mejor” o “es que mi pareja me da cariño, me da atención que nadie más me da” y como te da cariño y te da atención, entonces crees que debes soportar algunas cosas, que normalmente no soportarías si no fuera porque te da cariño y atención.Este pensamiento silencioso puede ser muy tóxico porque de alguna manera no solamente daña tu autoestima, sino que establece el estándar de cómo permitimos que nos traten. Entonces, digamos que es una profecía autocumplida que puede mantenernos en dinámicas poco saludables. Es como la creencia: “no seré feliz pero al menos tengo una persona a mi lado”, o como cuando te dicen: ten pareja o hijos aunque sea para que no mueras sol@”Ideas que lo que van haciendo es que permitamos muchas cosas que normalmente no permitiríamos si supiéramos o fuéramos conscientes que tenemos la capacidad de elegir, la capacidad de poder decir que no y de poder negociar actitudes y conductas en una relación. 5. La ilusión de control total. Es decir, la creencia de que podemos y debemos controlar cada aspecto de la relación. Esta ilusión nace de la ansiedad, de la incertidumbre y del miedo a ser vulnerables.Por eso pasa a veces que insistimos en tener siempre la razón y parece que insistimos en que las cosas se hagan a nuestra manera porque lo que buscamos es mantener un control básico para sobrevivir. Pero esto hace que haya una falta de confianza en la relación, y que se vaya acabando la espontaneidad, cuando queremos que las cosas sean solamente de una manera A veces, solo esta breve interrupción permite elegir de manera distinta y romper el ciclo de impulsividad al comer. Deberíamos permitir también que el otro se exprese, se manifieste, estamos con una persona que tiene gustos y disgustos diferentes, es un perfecto extraño para nosotros porque viene de otra familia, de otra crianza, así que lo más sano es tener un poco de curiosidad, en el sentido de querer saber qué es lo que le gusta, qué no le gusta y cómo podemos llegar a un acuerdo. A lo mejor descubrimos en eso una oportunidad distinta para poder conocernos, para poder abrirnos a la posibilidad de tener nuevos rituales, nuevas maneras. Cuando las cosas no están bien o no están exactamente como quieres, es normal tratar de ver cómo podemos hacer que nuestra pareja entienda, cambie y se adapte. Está bien, pero también deberíamos hacernos una pregunta.¿Qué tanto yo estoy contribuyendo a que mi pareja no se pueda adaptar?¿Y qué tanto yo no me estoy adaptando también?¿Qué tanto estoy queriendo que las cosas sean como yo digo que deben ser? Solamente porque digo que esa es la manera correcta. Al principio en una relación se requiere esfuerzo, pero con el tiempo se vuelve más natural. No se trata de eliminar todos tus sentimientos, pensamientos y necesidades, eso es irreal, pero se trata de desarrollar una relación más consciente, reconociendo que somos diferentes y reconociendo que el otro también cree que está en lo correcto y que también quisiera que tú te adaptaras un poco más a su manera de ver las cosas. Finalmente: “Amar no es eliminar las diferencias, sino aprender a danzar con ellas, encontrando en cada paso el ritmo que fortalece la unión” Generic selectors Exact matches only Search in title Search in content Post Type Selectors Categorias Blog Periódico Entrevista EntrevistasOye Cali Que buena 92.1 FM Oiga mire ellas